Y si no pues nada, basta de preocupaciones, basta de pensar el "que estará haciendo ahora", o el "como le habrá sentado", basta de suposiciones y de las interminables vueltas que le puedas dar a esa potenciada imaginación que te caracteriza. Empieza a aprender que la felicidad no significa que todo sea perfecto, y que todo lo que te rodea sea bueno, si no que has empezado a ver a través de la imperfección. Y es que de eso se trata, se trata de pensar que la mayoría de las veces poco es perfecto y por eso debemos aprender a convivir con ello. Dejar de lado esas venganzas que tan bien se te dan y empezar a ver que no te llevan a otra cosa que tu estúpida autodestrucción. Pero piensa que si tu no creces como persona, ¿quién lo va ha hacer por tí?
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