1940-1950-

Me quedé atrapada en la segunda guerra mundial, en los desacuerdos políticos, en las malas historias y en los amores imposibles. Me quedé esperando algo que no llegará, algo que pasó hace más tiempo desde antes de que yo naciera. Y aún así lo sigo esperando, sigo creyendo en todo aquello. En que vuelvan las hombreras, en que el rojo sea el color de labios preferido, y en que el negro recogido en un moño sea el peinado estrella. Donde existe la amistad verdadera, cuando esa persona te entiende con sólo mirarte. Puede saber de que va la cosa con solo un gesto, puedes desarmarte con ver el caos y los fuertes sentimientos en el mismo bando.