Si por cada mala noticia nos diera un bajón , estaríamos sepultados. Yo por lo menos, no vería la hora de acercarme a la luz y decir que soy libre, que ya no tengo problemas y que hoy puedo decir que me he vuelto dura, a prueba de valas, de cuchidazos, de las temidas lenguas, de los estúpidos engaños y de las malas apariencias. Y aún seguiré encoñadita, sin que tú te des cuenta, colgada de ti.
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